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La Rudbeckia laciniata, es una planta perenne que aporta una explosión de color dorado a tu jardín durante el verano y el otoño. Con sus grandes flores amarillas con un centro oscuro, esta planta de crecimiento vigoroso se convierte en el foco de atención de cualquier espacio.
Es originaria de América del Norte, y es ideal para jardines de estilo rústico, bordes de caminos, y como planta de fondo en macizos florales. La Rudbeckia laciniata alcanza entre 1,5 y 2,5 metros de altura, creando una estructura vertical que agrega dinamismo y altura a tus arreglos. Prefiere pleno sol y suelos bien drenados, y es resistente a la sequía una vez establecida. Su resistencia a las heladas moderadas (hasta -10°C) la hace ideal para zonas USDA 3-9.
🌱 Consejos para su siembra
Las semillas de Rudbeckia laciniata deben sembrarse en primavera, en almácigos. Esparcilas sobre el sustrato y presiona ligeramente para asegurar el contacto con la tierra. Mantené el sustrato húmedo hasta la germinación, que ocurre en 2 a 3 semanas. Deja una distancia de 30 a 40 cm entre cada planta para que se desarrolle de manera adecuada.
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La Rudbeckia laciniata, es una planta perenne que aporta una explosión de color dorado a tu jardín durante el verano y el otoño. Con sus grandes flores amarillas con un centro oscuro, esta planta de crecimiento vigoroso se convierte en el foco de atención de cualquier espacio.
Es originaria de América del Norte, y es ideal para jardines de estilo rústico, bordes de caminos, y como planta de fondo en macizos florales. La Rudbeckia laciniata alcanza entre 1,5 y 2,5 metros de altura, creando una estructura vertical que agrega dinamismo y altura a tus arreglos. Prefiere pleno sol y suelos bien drenados, y es resistente a la sequía una vez establecida. Su resistencia a las heladas moderadas (hasta -10°C) la hace ideal para zonas USDA 3-9.
🌱 Consejos para su siembra
Las semillas de Rudbeckia laciniata deben sembrarse en primavera, en almácigos. Esparcilas sobre el sustrato y presiona ligeramente para asegurar el contacto con la tierra. Mantené el sustrato húmedo hasta la germinación, que ocurre en 2 a 3 semanas. Deja una distancia de 30 a 40 cm entre cada planta para que se desarrolle de manera adecuada.
