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La Salvia pallida es una especie perenne de gran valor ornamental y ecológico. Se destaca por su floración en tonos azul violáceo, que atrae abejas, mariposas y otros polinizadores, promoviendo la biodiversidad en el jardín. Su follaje verde grisáceo y su porte compacto la hacen ideal para borduras, canteros y jardines de bajo mantenimiento.
Es una especie nativa de Sudamérica, adaptada a climas templados y fríos. Crece entre 50 y 100 cm de altura, prefiere pleno sol y suelos bien drenados. Es una planta rústica, resistente a la sequía una vez establecida y tolerante a heladas moderadas. Su rango de resistencia se encuentra dentro de las zonas USDA 7-10.
🌱 Siembra y cuidados
Las semillas de Salvia pallida se pueden sembrar en primavera y verano. Esparcirlas sobre la superficie del sustrato y cubrirlas apenas con una fina capa de tierra. Se recomienda mantener la humedad hasta la germinación, que ocurre entre 10 y 20 días. Para un óptimo desarrollo, se sugiere una distancia de 30 cm entre plantas.
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La Salvia pallida es una especie perenne de gran valor ornamental y ecológico. Se destaca por su floración en tonos azul violáceo, que atrae abejas, mariposas y otros polinizadores, promoviendo la biodiversidad en el jardín. Su follaje verde grisáceo y su porte compacto la hacen ideal para borduras, canteros y jardines de bajo mantenimiento.
Es una especie nativa de Sudamérica, adaptada a climas templados y fríos. Crece entre 50 y 100 cm de altura, prefiere pleno sol y suelos bien drenados. Es una planta rústica, resistente a la sequía una vez establecida y tolerante a heladas moderadas. Su rango de resistencia se encuentra dentro de las zonas USDA 7-10.
🌱 Siembra y cuidados
Las semillas de Salvia pallida se pueden sembrar en primavera y verano. Esparcirlas sobre la superficie del sustrato y cubrirlas apenas con una fina capa de tierra. Se recomienda mantener la humedad hasta la germinación, que ocurre entre 10 y 20 días. Para un óptimo desarrollo, se sugiere una distancia de 30 cm entre plantas.