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La Stachys byzantina, conocida como orejas de cordero, es una planta perenne originaria de Asia Menor. Su principal atractivo radica en su follaje aterciopelado y plateado, que añade textura y brillo a los diseños paisajísticos. Esta especie florece en verano, produciendo espigas de pequeñas flores malva que no solo embellecen el jardín, sino que también atraen polinizadores como abejas y mariposas.
Con una altura promedio de 30-50 cm, es ideal para borduras, rocallas o como cobertura vegetal. Es extremadamente resistente, adaptándose a suelos pobres y climas cálidos y secos. La Stachys byzantina es adecuada para las zonas USDA 4-9, tolerando tanto heladas como periodos de sequía una vez establecida.
Consejos de siembra:
Las semillas de Stachys byzantina se siembran en otoño o primavera. Si preferís hacerlo en almácigos, usá un sustrato liviano y bien drenado, manteniendo la humedad constante. La germinación ocurre entre 15-20 días. Trasplantá las plántulas cuando alcancen unos 10 cm, dejando entre 30-40 cm de separación para asegurar su desarrollo óptimo.
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La Stachys byzantina, conocida como orejas de cordero, es una planta perenne originaria de Asia Menor. Su principal atractivo radica en su follaje aterciopelado y plateado, que añade textura y brillo a los diseños paisajísticos. Esta especie florece en verano, produciendo espigas de pequeñas flores malva que no solo embellecen el jardín, sino que también atraen polinizadores como abejas y mariposas.
Con una altura promedio de 30-50 cm, es ideal para borduras, rocallas o como cobertura vegetal. Es extremadamente resistente, adaptándose a suelos pobres y climas cálidos y secos. La Stachys byzantina es adecuada para las zonas USDA 4-9, tolerando tanto heladas como periodos de sequía una vez establecida.
Consejos de siembra:
Las semillas de Stachys byzantina se siembran en otoño o primavera. Si preferís hacerlo en almácigos, usá un sustrato liviano y bien drenado, manteniendo la humedad constante. La germinación ocurre entre 15-20 días. Trasplantá las plántulas cuando alcancen unos 10 cm, dejando entre 30-40 cm de separación para asegurar su desarrollo óptimo.
